Un Lugar para encontrarte en este momento especial...
Hola!
jueves, 28 de enero de 2010
La Importancia del vinculo temprano
sábado, 16 de enero de 2010
Embarazo: Las molestias habituales
DOLOR DE ESPALDA
Es uno de los problemas más comunes. Casi la mitad de las embarazadas lo padecen durante alguna etapa de la gestación. Existen tres clases de dolor:
• En la cintura al levantarte o sentarte.
• En la parte posterior de la pelvis y en los glúteos.
• En la cintura al acostarte. Estos dolores se producen por el sobresfuerzo que realiza la espalda para soportar el peso extra y los cambios posturales.
¿Qué puedo hacer? Presta atención a tu postura. Trata de mantener las caderas hacia adelante y la espalda recta. No camines arqueando la espalda ni sacando la barriga. Usa zapatos de tacón bajo con buen apoyo en el arco del pie. Además, evita pasar mucho tiempo de pie, siéntate en sillas con un buen apoyo para la espalda y colócate un cojín pequeño detrás de la cintura. Practica ejercicio para fortalecer los músculos de la zona. Realiza masajes descontracturantes y de relax.
FATIGA
Muchas mujeres se sienten más cansadas de lo habitual. Al principio del embarazo, el cuerpo produce mayores cantidades de progesterona, lo que te puede hacer sentir lenta y somnolienta. Además, bombea más sangre para transmitirle nutrientes al bebé. Durante el último trimestre, tendrás dificultades para dormir por los movimientos del feto, la necesidad de orinar con más frecuencia y los calambres en las piernas.
¿Qué puedo hacer? Duerme la siesta o tómate descansos en el trabajo. Acuéstate más temprano de lo habitual y, para evitar levantarte durante la noche, toma suficientes líquidos durante el día.
DOLOR DE CABEZA
La cefalea es un síntoma bastante frecuente durante el embarazo. Puede aparecer en una mujer que nunca la ha padecido o bien como exacerbación de un síntoma ya presente fuera del embarazo. Es común durante el primer trimestre y obedece a diferentes factores:
• Cambios hormonales. El incremento de los valores de estrógenos conduce a una congestión sanguínea y a una vasodilatación que frecuentemente exacerba una cefalea preexistente.
• Cambios metabólicos. Durante los primeros meses es frecuente una disminución de la glucosa que induce una reducción de la tensión arterial acompañada de mareos y dolor de cabeza.
¿Qué puedo hacer? Para evitar la hipoglucemia, come cada dos o tres horas, no realices un desgaste energético exagerado y practica actividades físicas no extenuantes.
Si el dolor ya ha hecho su aparición, recuéstate a oscuras sobre el lado izquierdo y ponte paños fríos sobre la frente. Consume alimentos azucarados.
ESTREÑIMIENTO
Durante la gestación, los movimientos intestinales disminuyen, aunque este problema también puede deberse a cambios hormonales o al aumento del tamaño del feto.
¿Qué puedo hacer? Lleva a cabo una dieta equilibrada que incluya una cantidad suficiente de fibra (de 25 a 30 g/día). Además, camina media hora diaria.
ARDOR DE ESTÓMAGO
Muchas mujeres sufren de acidez estomacal por primera vez durante el embarazo, en especial en el segundo y tercer trimestre. Si bien no suele ser un signo de problemas graves, es incómodo o doloroso.
¿Qué puedo hacer? Come poco pero frecuentemente de cinco a seis veces al día; bebe menos líquidos en las comidas; evita las comidas picantes, fritas o grasientas, así como el chocolate, la cafeína y otros alimentos que causan ardor estomacal.
CIÁTICA
En el segundo y tercer trimestre, hasta un 30% de las mujeres padecen dolores lumbares o ciática. El dolor se origina en el nervio ciático, que parte de la zona inferior de la espalda atravesando los glúteos y se prolonga hasta el final de las piernas. Generalmente, esta dolencia se debe a que la musculatura de la espalda se sobrecarga y se contractura.
¿Qué puedo hacer? Aplica calor seco en la zona varias veces al día, mantén la espalda lo más recta posible y evita estar sentada largos periodos de tiempo. Utiliza zapatos blandos y con un tacón bajo. Realiza masajes para aliviar la zona.
CALAMBRES EN LAS PIERNAS
Suceden cuando los músculos se tensan repentinamente causando dolor intenso y, por lo general, por la noche. Los músculos se tensan por: falta de líquidos, esguince muscular o por permanecer en la misma posición durante un período prolongado.
¿Qué puedo hacer? Realiza un suave estiramiento antes de irte a dormir y aplica calor suave sobre la zona de las pantorrillas. Evita permanecer sentada o de pie durante un período prolongado y bebe líquidos en abundancia.
HEMORROIDES
Suelen hacer su aparición durante el tercer trimestre. Las causas comunes de las hemorroides son: hacer fuerza al mover el vientre y la presión del exceso de peso.
¿Qué puedo hacer? Bebe líquidos en abundancia, toma alimentos ricos en fibra, practica ejercicio regularmente y evita estar de pie o sentada durante periodos largos.
HINCHAZÓN
El líquido adicional que tienes en tu cuerpo te ayuda a prepararte para el embarazo y el parto y es el responsable de gran parte del aumento de peso durante el embarazo.
¿Qué puedo hacer? No utilices ropa ajustada, acuéstate de lado y eleva las piernas (ponlas sobre un cojín o apóyalas en una pared). Realiza Drenaje Linfatico manual y segun el momento del año, usa vendas eslásticas.
VARICES
Las favorecen la presión del útero sobre las venas pelvianas, el aumento del volumen de sangre que circula en el cuerpo y las hormonas que relajan las fibras musculares presentes en las paredes de las venas.
¿Qué puedo hacer? Evita los tacones, la ropa ajustada y levantar mucho peso. Realiza masajes de retorno venoso y Drenaje Linfatico Manual.
miércoles, 13 de enero de 2010
Embarazo, Belleza y Spa
¿Es una buena idea hacerse masajes para el embarazo?
- Reducir el estrés físico y emocional
- Aliviar el dolor de espalda
- Reducir la hinchazón
- Aliviar dolores de cabeza y malestares musculares
- Presión arterial alta
- Diarrea
- Náuseas
- Fiebre
- Diabetes
- Flujo copioso
- Aumentan el riesgo de cáncer de piel
- Le causarán una quemadura grave si se expone demasiado tiempo a ellos
- Intensifica las señales de envejecimiento
- Use guantes para que la piel absorba menos tintura.
- Cerciórese de que el ambiente esté bien ventilado para que no aspire los productos químicos demasiado tiempo.
- No se deje la tintura por más tiempo de lo que recomiendan las instrucciones.
- Pueden crecer más rápido.
- Pueden ser más gruesas y fuertes.
- Pueden resquebrajarse y romperse con mayor facilidad.
¿Cómo tengo que acostar a mi bebé?
Nuestras abuelas ponían a sus hijos en la cuna boca arriba, luego las nuevas tendencias hicieron que nuestras madres nos acostaran boca abajo, la vecina dice que los bebés tienen que dormir de lado y ahora...¿cómo acuesto yo a mi bebé?
El criterio que prevalece actualmente está dirigido a reducir el riesgo de muerte súbita que, pese a producirse sólo en un 0,2% de los bebés de entre los dos y los cuatro meses de edad, constituye la causa principal de muerte en los países occidentales durante el primer año de vida. La Sociedad Europea para la Prevención de la Muerte Súbita Infantil recomienda que duerman boca arriba durante los primeros seis meses de vida.
Cuando se aconsejaba acostar a los pequeños boca abajo se pretendía evitar que pudieran ahogarse en caso de que devolvieran un poco de leche y la aspiraran. No obstante, ahora sabemos que este riesgo no está demostrado, que las estadísticas no lo corroboran, y que los recién nacidos están bien protegidos por el mismo reflejo que les permite "bucear" desde el primer día sin tragar agua.
Por la noche, es recomendable que el bebé duerma en su propia cama, un espacio pequeño que le haga sentir protegido, y sobre una superficie firme. Dormir en la misma cama que los papás, pese a que tiene sus aspectos positivos, se desaconseja para la seguridad del bebé.
Lo que nosotros hagamos le será de ayuda para que poco a poco se vayan organizando sus ritmos biológicos, no solamente su sueño sino también los ritmos de alimentación, de actividad...Para ello podemos colaborar estimulándole cuando esté despierto y sea de día: sacarle de la cuna y hablarle, darle mimos...Aún si está durmiendo, durante el día evitaremos dejarlo a solas y a oscuras y lo pondremos en un ambiente con luz, con el ruido propio de la actividad diurna y la compañía de quién lo está atendiendo. Cuando anochezca aprovecharemos para ir implantando las rutinas que cuando su organismo esté preparado le permitirán un sueño nocturno adecuado y que de momento servirán para proporcionarle bienestar para un periodo prolongado: baño, cambio de ropa y de pañal, tranquilidad y oscuridad. Le daremos las buenas noches y lo pondremos a dormir (que no es lo mismo que decir que lo dormiremos!!) en su cama y, en cuanto vuestra comodidad lo permita, (preferiblemente hacia el tercer mes) en su propia habitación.
viernes, 8 de enero de 2010
Y yo, ¿Dónde quedé?
¿Qué nos está pasando a las mujeres? ¿Cómo estamos viviendo la maternidad? ¿La estamos disfrutando o nos sentimos en una prisión?
Convencidas de que éste es un sentimiento que vale la pena tratar de entender, salimos a preguntar a los especialistas. Laura Gutman, Marisa Mosto y otros expertos nos dieron sus opiniones. Pero en el camino encontramos más. Como respuesta a esta queja femenina, descubrimos que en diferentes países del mundo se está empezando a rever el verdadero significado de la liberación de la mujer.
Para muchas pensadoras, la libertad femenina no es sólo salir al mundo laboral, sino también ser madre, disfrutar de la maternidad y nutrir emocionalmente a sus hijos. Ésa es, para algunos, la revolución que se viene, la deuda pendiente que tenemos.
“La verdadera liberación de la mujer pasa por la defensa de la maternidad”, Ivonne Kniebiehler
Muchas de las que pregonan esta tendencia son exponentes de la liberación femenina de los años sesenta y setenta. Un ejemplo es Ivonne Knibiehler, una de las figuras más representativas del feminismo francés. A sus 84 años declara a viva voz que “la verdadera liberación de la mujer pasa por la defensa de la maternidad”. Ella dice que no existe nada más milagroso que el encuentro con ese pequeño ser que, desde las primeras horas de su vida, expresa cuán humano es: “En eso disentímucho tiempo con Simone de Beauvoir, quien, en El segundo sexo, define a la maternidad como un obstáculo para la vocación humana de trascendencia. Yo soy una hembra mamífera, pero no soy un animal. Mi relación con mis hijos está hecha también de inteligencia, lo que destaca la importancia de la relación madre e hijo”.
Más allá de estas contiendas, lo cierto y productivo de todo este debate es que se anuncian nuevos tiempos en materia de identidad femenina. La periodista norteamericana Katherine Ellison, autora del libro Inteligencia maternal, se basó en estudios científicos para afirmar que “tener un hijo nos mejora el cerebro”. Contó que nunca se sintió tan incomprendida y desvalorizada como cuando dejó su trabajo en una empresa para criar unos años a su hijo: “El entorno asegura que desperdicias tu talento. Menos mal que tenemos a los antropólogos, a los neurocientíficos y al puro sentido común para demostrar que la crianza con apego es imprescindible para las crías humanas y que, además, cambia nuestro cerebro haciéndonos más competentes en el oficio de vivir, incluyendo las habilidades profesionales”.
La psicoterapeuta Laura Gutman, quien escribió La revolución de las madres, dice que hoy muchas mujeres tienen sentimientos encontrados. Por un lado, sienten con gran culpa que sus hijos vienen a robarles su libertad y, por el otro, quieren a los chicos con locura. “Nutrir emocionalmente a nuestros hijos significa despojarnos de las propias necesidades y deseos”, explica. Según ella, “estamos asistiendo a la realidad colectiva en la que casi nadie nutre a nadie; por lo tanto, no hay alimento disponible. Hoy abunda el hambre emocional. En las relaciones afectivas estamos midiendo qué es lo que obtendremos, pero casi nunca ponemos atención en qué es lo que ofrecemos”.
“Soy una máquina de dar”, Pilar Maquena, 36 años
Cuando tuve a mis hijos, empecé a tener la terrible sensación de que no había más lugar para mí. Hay un momento de la vida en el que todos te piden cada vez más y se supone que todo lo tenés que arreglar, desde ir al supermercado o a comprar el sacapuntas que se perdió, hasta buscar a los chicos en el colegio, arreglar el cuarto porque todo está tirado, enseñarles a contestar bien, ponerles límites o coser el botón de la camisa que se cayó. Tenés que explicarle tu marido que, aunque él no lo entienda, estás todo el día de acá para allá haciendo cosas y nunca te podés sentar. Sos como una máquina que siempre está dando: ponés el cuerpo, usás tu mente y les das a tus hijos alimento físico, emocional y espiritual. Por momentos te volvés loca, odiás al mundo, a tu marido, a tus hijos, querés salir corriendo, no encontrás un segundo para vos...
Una salida sola a tomar un café para tener un respiro te parece el máximo símbolo de libertad. Pero después te das cuenta de que es un tiempo, que los chicos se ponen más grande y que las cosas pasan. Poco a poco vas aprendiendo a hacerte tiempos para vos, aunque sea un ratito. Hoy por hoy no concibo la vida sin dar, por más que proteste muchas veces, porque es parte de mi ser mujer, dar, amar, cuidar, ayudar y cobijar.
Articulo extraído de Revista Sophia
jueves, 7 de enero de 2010
TENER Y QUERER
Tenemos:
Niños agresivos porque han sido agredidos.
Niños beligerantes que han sido criados en una guerra de poder.
Niños desconectados que han sido criados sin contacto.
Niños inestables porque nadie les ha dado seguridad.
Niños pasivos criados delante de la televisión.
Niños limitados a los que se les han impuesto límites.
Niños sin imaginación porque nadie les ha regalado unas alas.
Niños miedosos a los que alguien les apagó la luz.
Niños que fracasan porque nadie les dice que pueden triunfar.
Niños mudos porque nadie ha escuchado lo que tenían que decir.
Niños sordos porque nadie les ha hablado en su idioma.
Queremos:
Niños criados sin agresiones, a los que no se trate como enemigos.
Niños besados y acariciados a los que amemos independientemente de qué y cómo sientan.
Niños que vayan al parque, a la playa, al bosque… y a los que dejemos volar sin rumbo preestablecido ni límite de altitud.
Niños piratas, príncipes, sapos, niños buenos y malos o ninguna de las dos cosas… niños que sean lo que quieran ser.
Niños que hablen muy bajito o muy alto, dependiendo de lo que quieran decir… y padres que escuchen.
miércoles, 6 de enero de 2010
Cuidados del Bebé
Cómo bañar a su bebé
Puedes bañar a tu bebé cada 2 o 3 días. Usa un jabón y champú suaves para bebés.
Baño de esponja
Hasta que el ambliguito del bebe se cicatrice, puede darle un baño de esponja al bebé.
- Acuestalo al bebé en una toalla suave y acojinada.
- Moja una bolita de algodón solamente en agua y límpiele suavemente los ojos.
- Con una toallita mojada (sin jabón), lávale la cara. Luego lávale el cuerpo con agua y jabón. Lava el área del pañal al final.
- Enjuagua solamente con agua y seca al bebé suavemente sin frotar.
Baño en tina
Una vez que se cicatrice el ombligo, baña al bebé en una tina pequeña de plástico o en el lavabo con poquita agua. Coloca una toalla para que la superficie de la tina no sea tan resbaladiza.
¡Jamás dejes al bebé solo en la tina ni siquiera por unos segundos!
- Lávale suavemente la cara solamente con agua. Lávale el cuerpo con agua y jabón. Lava el área del pañal al final.
- Lava el cabello del bebé con champú para bebés. Tené cuidado que el champú no le entre en los ojos.
- Enjuágualo con agua limpia.
- Envuelve al bebé en una toalla y sécalo suavemente sin frotar.