viernes, 11 de septiembre de 2009

Cambios de la madre durante el embarazo


El embarazo produce cambios que afectan a tu cuerpo, a tus emociones y a tu entorno familiar y social.

CAMBIOS EN EL CUERPO
La gran mayoría de cambios que experimentas se deben a la influencia de las hormonas que harán que tu cuerpo se adapte a este nuevo estado.
Tu cuerpo cambia
para que
se desarrolle tu hijo
y prepararse
para el parto.

Tu peso aumentará de forma gradual a lo largo de estos nueve meses de gestación.
Si antes de quedarte embarazada no tenías el peso adecuado, debes vigilar aún más el aumento del mismo.
Tus mamas se preparan durante el embarazo para la lactancia. Aumentan de tamaño, se vuelven más sensibles y las venas superficiales son más visibles. Observarás además que los pezones y las areolas se ponen más oscuros y a partir del quinto mes puedes segregar por el pezón un liquido amarillo que se llama calostro.
El útero va a crecer para albergar al niño hasta que esté preparado para salir. Puedes notar que a veces el útero se contrae, y esto es totalmente normal ya que es un músculo y lo hace como entrenamiento para el parto.
Tu vagina durante el embarazo se adapta para el parto, se vuelve más elástica, la mucosa se oscurece y aumenta el flujo vaginal.
Puedes notar un aumento de las ganas de orinar debido a la presión que el útero ejerce sobre la vejiga.

Lo más conveniente
para tu salud y
la de tu hijo/a es
que al final del embarazo
peses entre 8 y 12 kilos más.

Todo tu cuerpo trabaja más, el corazón, los riñones, los pulmones. Todos los órganos colaboran y ayudan a que el feto crezca.
La piel también cambia, sobre todo la de las mamas y el vientre, y el aumento del tamaño puede hacer que aparezcan estrías.
La piel se oscurece en determinadas zonas como: los pezones y areolas, el abdomen (línea alba) y los genitales. También pueden aparecer “paños” (manchas en la cara). Es un cambio transitorio que desaparecerá a los pocos meses del parto.
El embarazo también influye sobre tu pelo, pues las hormonas actúan sobre las glándulas sebáceas y el folículo piloso.
Existen variaciones individuales de unas embarazadas a otras, tanto en la perdida como el aumento del cabello y vello.
Las uñas se vuelven más frágiles; no te preocupes después del parto recuperan su dureza normal.
La boca se vuelve más sensible y pueden sangrar las encías al cepillarte los dientes.
Tus sentidos se agudizan, puedes descubrir sabores y olores nuevos y sobre todo más intensos y pueden aparecer caprichos a determinados alimentos.

En la columna vertebral, también se producen cambios que van a influir en las posturas cotidianas y en la marcha.
Aunque en los primeros meses los cambios no son muy marcados, a partir del cuarto mes la curva de la columna irá aumentando y todo tu cuerpo se irá adaptando a ellos.
Estos cambios en la columna van a producir una forma distinta de caminar, dando lugar a la denominada “marcha de pato” o de “orgullo de la embarazada”, que aparece sobre todo al final del embarazo.

Todo tu cuerpo
está protegiendo
el embarazo.

Es normal que al principio del embarazo te sientas cansada y con mucho sueño. Puede ser un mecanismo de tu organismo para favorecer el descanso y la adaptación.


CAMBIOS EN LOS SENTIMIENTOS
Al principio de tu embarazo es posible que sientas sorpresa y desconcierto, inquietud y preocupación. No te preocupes porque es una reacción normal.
Puede que te sientas más necesitada de la compañía y atenciones de los demás. A veces puedes sentirte irritada y sufrir frecuentes cambios de humor. También, pueden aparecer temores de perder al bebé y por ello necesites más demostraciones de cariño y ternura en tu pareja, de tu
familia y amigos.

En el segundo trimestre es normal que te sientas más tranquila y serena; tu embarazo sigue adelante. La experiencia de sentir cómo se mueve tu hijo/a te ayudará a que tus inquietudes y temores vayan quedando atrás.

Con el tercer trimestre se acerca el momento del parto. Te puedes sentir de nuevo inquieta, deseando que todo acabe, e impaciente por conocer y tocar a tu hijo/a. Es frecuente que dudes sobre cómo será el parto, si tu hijo/a nacerá sano, y si podrás cuidarle y atenderle adecuadamente.
Si estás preparada para tan feliz acontecimiento, todo te resultará más fácil.

Alegría y tristeza, ilusión y
rechazo son sentimientos
que puedes tener durante
tu embarazo

CAMBIOS EN EL ENTORNO FAMILIAR Y SOCIAL
Ser padres es cosa de dos.
Todos los cambios que se producen los afectan a los dos y pueden provocar algunas modificaciones en su relación de pareja.

  • Los sentimientos del padre:
Puedes experimentar, como ella, sentimientos contradictorios con respecto al embarazo y al futuro bebé; desde temores y preocupaciones hasta alegría, satisfacción y orgullo.
Es posible que en algunos momentos te sientas en un segundo plano respecto a los sentimientos de ella, puedes sentirte solo, poco atendido, incluso puedes tener sentimientos de celos.

El embarazo no sólo
afecta a la madre,
también influye en el
padre desde el principio.

También puede ocurrir que ella necesite más atención de tu parte, más cuidados, más apoyo,
y todo eso puede hacer que te sientas confuso y desplazado.
Cuando llegue el parto, es muy importante que intentes estar relajado y seguro, entre otras cosas porque así podrás acompañarla y ayudarla. Además debes estar preparado para hacerte cargo de las tareas que habitualmente realiza ella.

Hablar y comunicarse es necesario
y sirve para hacer más fuetes los
lazos de cariño que unen a la pareja

  • Madre sin pareja
Cada día es mayor el número de mujeres que viven solas la maternidad, bien porque así lo hayan elegido, o porque las circunstancias las hayan llevado a esa situación.
Si decides tener un/a hijo/a sola debes confiar mucho en ti misma y además buscar apoyo y ayuda de otras personas de tu ámbito familiar, de tus amigos e incluso de alguna institución.

  • Los abuelos
Los abuelos pueden constituir una importante fuente de apoyo durante tu embarazo y sobre todo después del nacimiento del bebé.

  • Los hermanos
Es normal que los niños vivan con cierta dificultad los cambios que se originan con la llegada de un nuevo hermanito, ya que la atención que recibían de vosotros se va a reducir, inevitablemente, al tener que ocuparos de la crianza del recién nacido.

Los padres pueden ayudarles teniendo en cuenta estos breves consejos:
• Hacerles participar del embarazo (enseñarles la foto de alguna ecografía, etc.).
• Contestar a todas las preguntas que less hagan sobre el embarazo con lenguaje claro y adaptado a su edad, evitando las respuestas falsas, fantásticas y complicadas.
• No hacer coincidir con el nacimiento aquellos cambios que tengan que hacer (sacarlos de vuestra habitación, llevarlos a la guardería, etc.), para que no relacione estos acontecimientos y culpe al bebé de su pérdida de privilegios.
* Explicarles que ser mayor tiene ventajas.
También
ellos esperan y
tienen que
adaptarse

• Decirles que contás con él/ella para cuidar al bebé (avisar si llora, etc.)
• Debés ser pacientes y comprensivos con las reacciones o comportamientos inadecuados que ahora puedan tener.
• Informarles, con tiempo, de quién/es se van a hacer cargo de él/ellos mientras estés en el hospital. Debés elegir personas conocidas con las que los niños se encuentren a gusto.
• Cuando vuelvás del hospital con el bebé, es aconsejable que el bebé vaya en brazos de una persona que no sea la madre.

  • Los amigos
Mantener las relaciones con los amigos, los momentos de ocio y de diversión que tenías antes del
embarazo, es garantía de salud y muy aconsejable para ti y el futuro padre, e incluso para la relación que se va a ir estableciendo con el bebé.

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