lunes, 19 de diciembre de 2011

Los masajes favorecen el desarrollo de bebés prematuros

Los Peligros de Inducir el Parto

En ocasiones es necesario inducir el parto para prestar asistencia médica al bebé, sobre todo en caso de patologías del corazón o pulmón o malformaciones, aunque se debe inducir el parto sólo en caso de que sea necesario, ya que en el parto inducido innecesario puede traer riesgos no pensados, de hecho las mujeres que realizan esta práctica tienen cinco veces más posibilidades de necesitar más medicamentos e histerectomía después del parto.
Otros de los problemas de inducir el parto que pueden surgir en el bebé son problemas respiratorios o color amarillo al nacer o ictericia. Para inducir el fármaco se necesitan medicamentos en la madre. El fármaco que se suele utilizar para inducir el parto, la oxitocina, puede dar lugar a disminuir el suministro de oxígeno del bebé, lo que incide en una menor frecuencia cardíaca.  Se puede producir también desgarro en el útero u otras complicaciones como presión arteria baja o bajo nivel de sodio en la sangre.


Hay que tener en cuenta además que un parto inducido es un parto que no estaba preparado para ser, es decir, que el bebé no estaba preparado para salir ni el cuerpo para que saliera el bebé, lo que puede dar en consecuencias importantes pero no graves. En ocasiones, hasta es necesario recurrir a una cesárea ya que no se logra inducir correctamente el parto.
El consejo es que si se puede evitar inducir el parto porque no es realmente necesario se espere a un embarazo normal, aunque si las complicaciones de no inducirlo pueden dañar al bebé es necesario que se haga.

Fuente: http://sacaleches.net/los-peligros-de-inducir-el-parto/

“Lo mejor para un parto es que no haya nadie junto a la mujer”



Michel Odent, el ya mítico promotor del parto acuático y el “parto humanizado”, explica a Página/12 la evolución de sus teorías: la industrialización del nacimiento, la presencia del padre en el alumbramiento y la necesidad de volver a lo simple.


Hace más de 40 años, un cirujano de emergencias empezó a pensar la posibilidad de que las mujeres pudieran superar esos momentos difíciles del parto sin recurrir a los calmantes. Compró una pileta de lona y la instaló en la maternidad de Pithiviers, la ciudad de Francia en la que ejercía. Así creó el parto acuático, una manera de nacer que fue propagándose en el mundo, junto con otras opciones del “parto humanizado”, que tratan de escapar a las rutinas médicas innecesarias para recuperar modos de nacer menos invasivos tanto para la madre como para el bebé. Aquel cirujano, Michel Odent, fue invitado por la Fundación Creavida al seminario “Hacia una nueva conciencia del parto y del nacimiento humano” que se desarrolló en Buenos Aires. “La imagen ideal para un parto fácil es que la madre esté sola, con la partera sentada en una esquina tejiendo. Parece simple, pero será necesario mucho tiempo para redescubrir lo simple”, plantea.

–Hace 40 años empezó con los partos en el agua, ¿cómo llegó a ese descubrimiento?
–El origen fue el objetivo de evitar la utilización de medicamentos cuando la primera parte del parto se hace difícil, cuando se llega a un estadio en el que la mujer pide “por favor denme un medicamento”. Cuando una mujer segrega adrenalina, no puede segregar oxitocina, que es la hormona fundamental para las contracciones. Entonces, para ayudar a reducir la adrenalina se pueden hacer muchas cosas: primero, asegurarse de que nadie en el entorno esté segregando adrenalina porque es contagioso.
–La adrenalina está relacionada con el miedo.
–Sí, por supuesto. Entonces, hay que asegurarse de que el cuerpo esté cálido porque cuando tenemos frío segregamos adrenalina. Y a partir de esta pregunta pensamos que la inmersión en el agua podría ser una manera de reducir la tasa de adrenalina. Cuando uno entra en agua a temperatura corporal, uno está en estado de completa relajación, es decir que la segregación de oxitocina está facilitada. A partir de esta consideración, un día me fui a la calle comercial de la ciudad y compré una pileta de jardín, encontramos un espacio en la maternidad para ponerla y así empezó la historia.
–¿Por qué cree que es tan lento el avance hacia partos más artesanales?
–La razón principal es que durante millares de años el parto fue controlado por el medio cultural. Todas las sociedades humanas que conocemos han perturbado el parto de diferentes maneras. A veces con medios muy sutiles, con creencias, con rituales. Por ejemplo, hay una fase del parto que ha sido perturbada por todas las sociedades humanas, es la tercera fase: la que se sitúa entre el nacimiento del bebé y el alumbramiento de la placenta. Según nuestra comprensión actual de los procesos fisiológicos, es una fase muy importante para el desarrollo de la capacidad de amar. Le voy a dar un ejemplo de creencia que fue observada en los cinco continentes, la creencia por la cual el calostro es malo: el calostro es lo que el bebé puede encontrar en el seno inmediatamente después de nacer y, según la ciencia moderna, es una sustancia de mucho valor. Casi todas las sociedades humanas pensaron que era malo. Esto implica que apenas el bebé nace no tiene que estar en los brazos de su mamá, para eso se usa otro ritual muy arraigado: apurarse para cortar el cordón. Podríamos mencionar centenas de creencias y rituales que lo único que hacen es perturbar el proceso fisiológico. Por eso es tan difícil actualmente redescubrir las necesidades básicas de la mujer que está por parir.
–¿O sea que no sólo la intervención médica nos ha llevado a partos “industrializados”?
–No, esto es muy anterior a la medicina. Simplemente la medicina ofrece medios más poderosos de intervención.
–Los partos humanizados parecen circunscribirse a una elite. ¿Cómo cambiar el sistema para todas?
–Esa es la pregunta de todas las tomas de conciencia, porque originariamente la incomprensión de los procesos fisiológicos y la falta de toma de conciencia implican a todo el mundo. Esto no sólo implica a la mujer que tiene el bebé, no solamente a los profesionales.
–Usted plantea que si hubiera más partos artesanales la sociedad sería menos violenta, ¿qué le dicen los colegas que no practican este tipo de partos?
–No se trata de hablar de tipo de parto, se trata de redescubrir las necesidades básicas de la mujer que va a parir, por eso nunca hablo de parto natural. Tampoco se trata de hacer un postulado diciendo que un parto perturbado puede convertir a la sociedad en algo diferente. Todas las sociedades humanas han perturbado el proceso fisiológico. Cuanto más necesidad tiene una sociedad de desarrollar su potencial de agresividad, más invasivos son los rituales y las creencias que perturban el proceso fisiológico. Podemos tomar ejemplos extremos, el caso de Esparta, en Grecia, eran guerreros y cuando un varón llegaba al mundo lo primero que se hacía era tirarlo al piso, si sobrevivía quería decir que se iba a convertir en un buen guerrero. Y conocemos algunos grupos de pigmeos que aparentemente no perturbaban el proceso fisiológico, pero no había necesidad de desarrollar el potencial de agresividad. Vivía en armonía con el entorno, lejos de todo grupo humano.
–No le parece fundamental que los hombres participen de los partos, ¿cómo es eso?
–Para esto hay que recordar las necesidades de la mujer que va a parir. Tiene necesidad de sentirse segura, sin sentirse observada, necesita mantener un nivel muy bajo de adrenalina y es fácil comprender que cuando un hombre ama a una mujer es normal que esté intranquilo y segregue adrenalina. Esto quiere decir que hay una gran diferencia entre la compañía de un hombre que no puede tener la experiencia personal de lo que está pasando, comparado con la presencia de una madre, que tuvo varios hijos y sabe lo que está pasando.
–¿Cómo fue cambiando esta tendencia?
–Conocí cuatro fases en relación con la presencia del padre en el parto. La primera va de 1953 al ’60, en ese momento yo sólo conocía el parto en el hospital, nadie había ni siquiera imaginado que el padre pudiera asistir. Segunda fase, del ’60 al ’85, conocí también el parto en el hospital pero la doctrina de la participación del padre estaba bien establecida. Tercera fase, parto en casa, con casi siempre la participación del padre, de 1985 a 1995. En ese momento, cuando me llamaban por un nacimiento en una casa, iba solo y si bien intentaba ser discreto, la doctrina estaba bien establecida, el padre participaba activamente. Y luego conocí una cuarta fase, desde 1995, cuando voy a un nacimiento en una casa voy con una doula (cuidadora de madres con bebés recién nacidos), siempre la misma, que tiene cuatro hijos, es abuela y que tiene una enorme experiencia como doula. O sea que en esta nueva situación lo único que hago es estar en la cocina con el padre, lo trato de distraer, de charlar con él y dejo a las dos mujeres solas. Cuando hago la síntesis de lo que he aprendido en estas fases, casi me animo a emitir una conclusión que no es políticamente correcta, que la participación del papá del bebé es sin duda la causa más frecuente de partos largos y difíciles. Y si quisiera resumirlo de otro modo, diría que la mejor situación que conozco para un parto rápido y fácil es nadie alrededor de la mujer que está pariendo, a menos que sea una partera o una doula muy experimentada, silenciosa, y con perfil muy bajo. La imagen ideal es la partera sentada en una esquina tejiendo. Parece simple, pero será necesario mucho tiempo para redescubrir lo simple.

Entrevista hecha Por Sonia Santoro a Michel Odent
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-75091-2006-10-25.html

Bebés Boca Abajo tienen Mayor Desarrollo Motor

Los bebés que durante el primer año de su vida pasan la mayor parte de su tiempo boca abajo cuando están vigilados y despiertos logran un mejor desarrollo motor que el resto de bebés. Esto mismo ha revelado un estudio de un profesor de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria.
José Luis Pérez en su estudio ha llegado a la conclusión de que los bebés que pasan en el primer año, siempre despiertos y vigilados (ya que en caso contrario existen riesgos como muerte súbita) tienen un mejor desarrollo motor que el resto de bebés. Por supuesto, esto no contradice el hecho de que los bebés tienen que dormir boca arriba.
Por eso mismo, estimular a los bebés, estar con ellos y jugar con ellos si se encuentran boca abajo ayuda a que fortalezcan y refuercen su musculatura, además de que sostengan la cabeza. El principal problema es que los padres no suelen poner boca abajo a sus bebés el tiempo suficiente, algo que en algunos bebés ha dado lugar a retrasos psicomotores o deformaciones craneales.
Para llegar a esta conclusión, el profesor ha realizado una investigación con 132 niños nacidos en el HUMIC, Observando las anomalías en niños con fisioterapia médica. La mayoría de los padres tenían miedo al síndrome de muerte súbita y evitaban poner a sus hijos boca abajo, sin embargo es beneficioso siempre que se encuentren despiertos, con sus padres y vigilados. No hay que tener miedo a poner el bebé boca abajo siguiendo estas condiciones, ya que como vemos es beneficioso para el desarrollo motor.
Por tanto, tras conocer los resultados de este estudio recomendamos: poner a los bebés boca abajo mientras se encuentren despiertos, poner a los bebés boca arriba cuando están durmiendo.

Fuente:  http://sacaleches.net/bebes-boca-abajo-tienen-mejor-desarrollo-motor/

jueves, 15 de diciembre de 2011

Mírale las manos...

Hay días que las rabietas de la pequeña me superan y llego a dudar de todo lo leído, de todo en lo que creo. Hay días en los que me cuesta mucho hacer el ejercicio diario de paciencia que dicen los autores... cuando estás cansada, has tenido un día horrible y llegas a casa y te espera más....

Se me juntan las palabras, la impotencia y la lágrima en un solo tiempo y quisiera gritar como una loca, huir o tirarme por la ventana.

Por eso, el consejito que me dio mi buena amiga Maximoto, de mi grupo Las Ocho Grandes, y que a su vez le fue dado por Andorra -otra mamá amiga-, ha sido emocionalmente demoledor.

"cuando te sientas así, cuando veas que o te tiras a las vías del tren o te desquicias... cuando sientas que ya no puedes más, antes de gritar o de perder el control: mírale las manos.

Cuando veas lo pequeñitas que son te darás cuenta de lo pequeña que es, de lo poquito que basta para hacerle daño."

Este ejercicio de mirarle las manos, las manitas pequeñas de niña de 2 años, ha sido más radical que cualquier capítulo de los libros que leo. Me ha desarmado completamente.

Pero además, después de verle las manitas no puedo evitar abrazarla y sentir que la apretujo con todo mi corazón... y amarla hasta el infinito. Porque ella, es mi hijita... mi chiquitina.

No quiero hacerle daño jamás... 

Fuente: Papá Conejo- Mamá Piojo: http://clau707.blogspot.com/2008/12/mrale-las-manos.html

martes, 13 de diciembre de 2011

Beatriz Cosgrove fisioterapeuta especializada en reabilitacion del suelo...



Entrevista a la Fisioterapeuta Beatriz Cosgrove de españa, hablando de la Importancia de la Fisioterapia en Mujeres Embarazadas.

Si quieres consultar o empezar con las clases de Gimnasia para Embarazadas comunicate
Lic. Daniela Gualtieri
Cel. 351-155576033

lunes, 12 de diciembre de 2011

Metodo Hipopresivo.Entrevista al Dr José Nicolás Velez especialista en c...



Entrevista al Dr. José Nicolás Velez, especialista en cirugía del suelo pelvico, con quien tuve el gusto de hacer la capacitación en Método Hipopresivos, dictado por Piti Pinsach y Jorge Viera.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Como Hacer una impresión o huella de las Manos y Pies de tu Bebé


IDEAL PARA REGALAR EN ESTAS FIESTAS!!!!! =)

Una linda y fácil manera de recordar las preciosas manitos o pies de nuestro bebé es haciendo una impresión de ellos en yeso. Para ello necesitaremos algunos materiales muy fáciles de encontrar, y algo de paciencia.

Materiales:
  • Plato plástico con diámetro un poco más grande que la mano o el pie del niño.
  • Yeso/escayola o alginato para impresiones.
  • 1 recipiente plástico grande.
  • 1 jarrita para verter agua.
  • 1 espátula y/o cuchara sopera.
  • Pintura en polvo (opcional, si quieres teñir el yeso, también podrías pintarla luego).
  • Un clip (opcional, si quieres poder colgar la huella en la pared).
Child to Cherish Handprint Ornament

Procedimiento:
  • Vierte el yeso en polvo en un recipiente, aproximadamente 500g por mano.
  • Si quieres teñir el yeso, mezcla la pintura con el yeso en polvo.
  • Añade agua a la mezcla, revolviendo constantemente hasta obtener una textura rugosa, pero mezclada homogéneamente. Para saber que has obtenido la proporción adecuada: Al girar el envase, el yeso no debe caerse; si hundes un dedo en el yeso, este debe quedarse marcado al retirarlo pocos segundos después; si alisas el yeso con una cuchara o espátula, debe quedarse lisa la superficie.
  • Si quieres poder colgar la huella, dobla un clip, separando sus dos curvas de manera que queden en ángulo de 45º aproximadamente.
  • Ubica el clip cerca del borde superior del plato.
  • Llena el plato con yeso, alisando su superficie.
  • Da suaves golpes al plato sobre el mesón para que suban a la superficie las burbujas de aire que hayan quedado atrapadas en el yeso durante su mezcla o al verterlo en el plato.
  • Ubica la mano del niño cuidando centrar el dedo del medio en dirección al clip.
  • Hunde su mano hasta formar una huella, vigilando que no apriete demasiado (atravesaría el yeso hasta el plato, o podría quedar muy delgado y ser más frágil).
  • Retira su manito y límpiala.
  • Deja endurecer el yeso hasta el día siguiente. Es normal que se caliente durante su fraguado.
  • Al día siguiente, retira el círculo con la huella del plato y gíralo.
  • Si ha quedado hundido el clip, talla un poquito el yeso alrededor con la ayuda de un cuchillo, para descubrirlo a la superficie.
  • Si deseas, puedes pintar la huella o barnizarla :)
Pear Head Babyprints Ornament

Comentarios:
  • Esto puede hacerse tanto con las manos, como con los pies.
  • Puede hacerse a cualquier edad.
  • Obtendremos una huella en negativo, o impresión de las manos o pies.
  • Si queremos usar la huella como adorno de navidad, o simplemente decorarla con una cinta, podemos meter cuidadosamente, tras haber tomado la huella, un palito plástico recubierto con vaselina para que se forme un hueco donde queramos introducir una cinta. Marcar bien el hueco, retirar el palito y dejar fraguar.
  • Una huella hace un precioso regalo para una madrina o los abuelos :)
  • Si usan alginato o algún otro material de impresión dental, podrían vaciar el modelo en yeso y obtener varias copias en positivo.
  • Pueden comprar yeso para impresiones, o yeso París en una ferretería. 
  • En adultos, es una linda manera de decir "sí quiero" cuando tu pareja pide tu mano, jeje.
¿Se animan? Si llegan a hacer este proyecto, por favor compartan las fotos en nuestro muro y cuéntennos aquí en los comentarios qué tal les fue.

Fuente: http://www.amormaternal.com/

La maternidad invisible


Paola, de 38 años, se sienta en mi consulta con su hija de tres meses en brazos y de inmediato sus ojos se anclan en los míos. Ojos bordeados por la sombra negra del sueño, el cansancio y la pena. Nos miramos un rato. Se me aprieta la garganta y mis propios ojos se llenan de lágrimas. En medio del silencio, mientras nos miramos, me dice: “Gracias, ya vi que me entendiste sin necesidad de hablar”.

“Me siento sola, agotada, no doy más. No me reconozco, me siento torpe, odio mi cuerpo, vivo con hambre y sed. Tengo sueño, no doy más… voy a morir, de verdad, ¡no doy más!”. Paola llora con fuerza y habla levantando la voz.

“Me siento tan sola… ¡me aburro tanto! Jamás pensé que esto me iba a pasar, todas aman a sus hij@s, yo te juro que la amo, pero por momentos quiero que se la lleven lejos. No soporto cuando se despierta por la noche, siento justo cuando se va a despertar y me tapo los oídos para no escucharla… al final voy igual, la saco de la cuna la acuesto en mi cama y le doy pecho. Ahí las dos nos calmamos y nos dormimos. Pero después siento que estuvo mal, que quedarnos dormidas juntas le va a hacer mal y va a hacer muy dependiente de mí durante toda la vida, que debo aprender a educarla ahora… y yo ya no doy más”.

Un espacio de silencio y suavemente le digo: “Te encuentro razón, yo estaría igual que tú. De hecho, lo he estado”. Paola con su cara, sus mocos y penas, queda detenida de nuevo en mis ojos.

Conversamos cerca de una hora y media, dio pecho entre medio, mudó a su guagua y nos despedimos con un abrazo apretado. No supe más de ella. Hasta que apareció en un Grupo de Crianza.

El puerperio que se vive durante el postnatal (5.5 meses en Chile), pero que dura alrededor de dos años, es un período clave en la vida de una mujer. Es el momento de apertura hacia la fusión emocional con el cuerpo y mente de su hij@: lo que siento, lo siente. Intuyo lo que le pasa. Es un momento de la vida, explicado por la neurociencia, que entrega al cerebro de la mujer la oportunidad de producir cambios, redefinirse, encontrar una nueva identidad. Es una oportunidad para re/narrar nuestra historia, gracias a que cada hij@ nos da pataditas justo ahí, donde nos duele. Esas pataditas nos recuerdan nuestra historia infantil, nuestr@s llantos de guagua, nuestros miedos, sensaciones de abandono, balanceos infantiles. Nos recuerdan a la mamá, al papá -si es que hubo-, a la sensación de la camita de la sala cuna, al olor de la “tía” del jardín infantil y de las colchonetas donde dormíamos la siesta.

El problema es que durante el puerperio, nadie nos mira. La mujer está sola. La propia madre en el trabajo, la hermana sobre demandada, el marido llegando tarde, como la mayoría en los tiempos que corren. Esperamos con ansias ir al pediatra para salir de la “reclusión domiciliaria” que implica estar 24/7 a cargo de nuestr@ hij@. Los 25 minutos que nos dieron, no son suficientes para llenar nuestro vacío, nuestras ansias de sentirnos acompañadas, acurrucadas, sostenidas por otr@. No importan quién, sólo importa sentirnos no cuestionadas, amparadas, queridas, bien tratadas. Mientras tanto, las demás mujeres, están trabajando, ganando bonos, nosotras… ganando llantos y mocos y a eso le sumamos la culpa de sentirnos felices cada vez que nuestro hij@ se duerme.

¿Cómo se logra el acompañamiento necesario si la maternidad es invisible a los ojos de la sociedad de hoy? Sociedad que valora y premia a la “mejor mujer empresaria”, “a la más bonita y sexy”. ¿Cuándo y cómo se valora el tiempo con lo hij@s, los besos que les damos, las tareas que hacemos con ell@s, las llevadas al doctor? ¿Alguien nos premia? ¿Salimos en las revistas por eso? De hecho, temas de maternidad en las revistas femeninas de nuestro país, me lo han dicho “sorry, no vende”. Y además pagamos cinco veces más en los sistemas de salud.

El puerperio existe aunque no se vea. El problema es que sin políticas públicas de apoyo a la lactancia, crianza, m(p)aternidades. Durante el cumplimiento de la ley de postnatal, las mujeres modernas se van a ahogar en las mareas de la maternidad, porque el mensaje fue, “sé independiente”. Tendremos mujeres angustiadas, deprimidas, apanicadas, cortando lactancias, muchas veces duras y violentas. ¿Por qué? Porque se encuentran solas; y ningún ser humano merece soledad, menos cuando se es madre. La madre deviene madre en tanto es madre, por eso ella está naciendo y necesita de cuidados, compañía, cariños y seguridad. Exactamente lo mismo que necesita su hij@ para crecer sano.

Es crucial que existan grupos de mujeres o de crianza en cada comuna, casas abiertas para el encuentro entre madres en puerperio con sus hij@s en brazos. Para que puedan juntas acompañarse, validarse, abrazarse y llorar… Para que juntas podamos pensar como se piensa durante esta etapa de nuestras vidas, para poder ensayar nuestro poder materno, nuestra intuición, nuestro pensamiento que se aleja de lo concreto laboral. Para compartir datos, para ser escuchadas sin ser juzgadas, para hacer comunidad maternante, para ser, simplemente ¡más felices!

Fuente: http://www.momwo.com (Leslie Power)

La maternidad cambia el cerebro de las mujeres y las hace más inteligentes


Algunas mujeres se quejan de la falta de memoria y concentración al tener a su bebé y tiempo después del parto. Parece como si nos hubiésemos vuelto tontas al ser madres. Pero nada más lejos de la realidad.
Katherine Ellison, una periodista americana premiada con el Pulitzer, se preguntó hace ya algunos años si la maternidad nos hacía menos inteligentes, y el resultado de su investigación lo publicó en su estupendo libro El cerebro de mamá. Cómo la maternidad nos hace más inteligentes, en un inicio tituladoInteligencia Maternal. “Parece ser que el estigma de torpeza mental asociado a la maternidad es injusto y falso”, afirma la autora. De su libro trata el presente artículo.
Cerebro encogido
Algunos estudios demuestran que el cerebro de la madre se encoge literalmente durante el embarazo. Pero parece ser que este “encogimiento” ayuda a la reestructuración del mismo, pues aumentan considerablemente las conexiones neuronales en áreas como el hipocampo (centro dedicado a la memoria emocional). Todas aquellas estructuras que se dedicarán al comportamiento maternal, básicamente situadas en el sistema límbico (lo que algunos llaman cerebro medio), realizarán un cambio gigantesco: allá donde habían carreteras, ¡se construirán verdaderas autopistas!  El cerebro de la madre se prepara para asumir la responsabilidad de garantizar la supervivencia del nuevo ser.
Hace poco, un  grupo de investigadores asiáticos descubrió que las células del bebé en formación pasan al cerebro de la madre y lo regeneran. Este sorprendente descubrimiento abre un abanico de preguntas y posibilidades. En nuestro entorno, en la Universidad de Navarra, se publicaron hallazgos parecidos que daban a conocer una base biológica al vínculo materno-filial. Seguramente se necesitará más investigación para profundizar sobre estos mecanismos. Pero, de momento, si el cerebro se regenera de alguna forma, la madre no será menos inteligente.
Agudeza de sentidos
Los sentidos se agudizan con el fin de poder estar más atenta a los hijos e hijas. Por ejemplo, el sentido del olfato se hace más fino durante el embarazo y el parto, y en este momento se activan las estructuras cerebrales dedicadas al mismo. Esto parece ser debido a la hormona prolactina. Ocurre igual con la audición: las madres suelen reconocer el llanto de su bebé entre diferentes llantos. La capacidad visual también aumenta, a fin de preservar a su niño de los potenciales peligros. Aunque el sentido más importante es el del tacto. Las partes del córtex cerebral dedicadas al tacto se hallan cambiadas en la maternidad. Por ejemplo, en estudios con animales, la zona del cerebro dedicada al pecho doblaba su tamaño durante el tiempo de amamantamiento. Cuando una madre toca a un bebé y éste le toca a ella, recibe información muy sutil, pero muy poderosa, sobre cómo es su bebé, sobre qué siente y sobre cómo es su relación con él. Esto tiene un efecto a nivel cerebral.
Multitarea, mayor eficiencia
Las madres, al dar a luz, tienen que hacer frente a multitud de tareas nuevas y a la vez. Para asegurar la supervivencia del bebé, la progenitora tiene que priorizar, lo que conlleva a mayor eficiencia. Es habitual estar cocinando y hablando por teléfono, aprovechar mientras duerme el bebé para poner una lavadora, hacer las camas, la cocina y barrer. ¡Se aprovecha el tiempo al segundo! Todo esto, en una sociedad donde se exige mucho a las nuevas madres. Tener un hijo o hija pone a prueba la imaginación de los adultos: sacar recursos del fondo de la chistera, y de forma inmediata, porque no se puede dejar para otro momento más oportuno.
Las exigencias del día a día en la sociedad que estamos hace más ardua la tarea de ser padres en general. Así que las madres tienen que poner más a prueba su inteligencia.
Resistencia: reducir el estrés
A pesar de ello, hay buenas noticias. Las hormonas de la oxitocina y la prolactina, que se suelen segregar durante la crianza, especialmente durante la lactancia, ayudan a reducir el estrés. Así nos lo muestran las investigaciones en las que participa la investigadora sueca Kerstin Uvnas-MobergDurante el parto y la lactancia se activa un sistema antiestrés, la mujer está más protegida. Las neuronas que se encargan de la producción de oxitocina se reestructuran literalmente durante el parto y la lactancia. Según la autora, estos cambios pueden ser permanentes y facilitar el camino de cara a un próximo hijo o hija.
Motivación: la fuerza del amor
También gracias a la hormona prolactina, que funciona a nivel cerebral como neurotransmisor, las madres son más valientes. En las madres lactantes, por ejemplo, su nivel en sangre es hasta 8 veces superior al habitual. Como si la maternidad fuera un poderoso programa de afirmación personal.  Las madres están dispuestas a pelear siempre a favor de sus hijos.  Esta capacidad de lucha puede reflejarse en la existencia de asociaciones de madres en contra de muchas injusticias sociales. Las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina, son un ejemplo.
Inteligencia emocional
Si definimos “inteligencia emocional” como “la habilidad de observar los sentimientos y emociones propios y ajenos, distinguir entre ellos y usar esa información para orientar nuestros pensamientos y nuestros actos”, parece ser que ser madre la pone a prueba cada día. Tanto practicar y practicar, al final se aprende. Parece que el ser madre ayuda a la comprensión emocional de los otros.
Así es que, según la evidencia, el cerebro de la mujer se halla en uno de sus momentos más plásticos (es decir, momentos de más crecimiento neuronal y mayores conexiones entre neuronas), durante la maternidad. Nada más lejos de volverse tonta.
Seguramente, la mente de una madre no está para memorizar o acordarse de ciertos detalles que son superfluos en comparación con cuidar de su bebé, su cerebro está muy ocupado. Tiene un objetivo de mayor trascendencia: criar a un ser humano. 

jueves, 1 de diciembre de 2011

Beneficios de los hipopresivos


La Importancia del suelo pelvico en la Maternidad

El suelo pélvico es una parte fundamental en la anatomía de la mujer, y su no-recuperación influye en muchos aspectos de su salud, como en los problemas de espalda, las relaciones sexuales o las pérdidas de orina.

La mayoría de las mujeres desconocen lo que es el suelo pélvico y la necesidad de recuperarlo tras la maternidad. Se cree que en Argentina no llega ni al 20% de las mujeres que se someten a una revisión de suelo pelvico tras haber dado a luz y para ello influye en gran medida la implicación de los ginecólogos que revisan a las mujeres en el posparto. 

Según declaraciones de la doctora Carolina Walker fisioterapeuta experta en suelo pélvico, el suelo pélvico es una estructura formada por un conjunto de músculos y ligamentos situados en la cavidad abdominal, y cuya función principal es la de sostener los órganos internos (útero, vejiga, vagina y recto) y cerrar los esfínteres. Por tanto, es una parte fundamental de la anatomía femenina y repercute en muchos aspectos de la salud y el bienestar de la mujer. Tiene que ver con factores tan diversos como el embarazo y el parto, el deporte, la menopausia, la dieta o las relaciones sexuales.
Pero estudios recientes indican que también cumple una función de estabilidad, y existe una relación directa entre debilitamiento del suelo pélvico y los problemas y dolores de espalda, ya estos músculos se insertan en la columna lumbar y la pelvis y ayudan a la mujer a mantener la postura.



El embarazo y sobre todo el parto son causas fundamentales de daño del suelo pélvico.
Los factores que más lesionan el suelo pélvico son el embarazo y sobre todo el parto. En el embarazo el suelo pélvico debe soportar muchos cambios que le afectan directamente, como los cambios hormonales o el crecimiento del abdomen que provoca un aumento de presión sobre él.

Además, en más del 80% de los partos se produce alguna alteración en el suelo pélvico debido a los estiramientos y compresiones excesivas de los músculos, que será más profunda cuanto más agresivo sea el proceso. Además, en muchas de ellas se suma una episiotomía o posibles desgarros.


Cuanto más afectado está el suelo pélvico, aumenta la probabilidad para la madre de sufrir dolores de espalda, dolor en las relaciones sexuales y de tener pérdidas de orina. Se sabe que el 40% de las mujeres embarazadas y el 20% de las mujeres en fase de posparto tienen pérdidas de orina. Pero aunque no se tengan pérdidas de orina en el posparto, el suelo pélvico siempre quedará afectado y si no se recupera, la mujer podría desarrollarlas en un futuro.
Los ejercicios de recuperación del suelo pélvico pueden curar los problemas asociados hasta en un 50% y mejorarlos en un 70% de los casos con fisioterapia y ejercicios sencillos.

Por eso los expertos aconsejan valorar el estado del suelo pélvico tras el parto, y una vez valorado hay que determinar el programa de reeducación que necesita.


En Córdoba Argentina puedes consultar a la Lic. Daniela Gualtieri  fisioterapeutica capacitada en el área de fisioterapia obstétrica y uro-ginecológica para que valore tu suelo pelvico y proponga objetivos de tratamiento adecuado a tu problema.


Contacto: Lic. Daniela Gualtieri
Celular: 351-155576033

martes, 29 de noviembre de 2011

Recomiendan retrasar el corte del cordón umbilical

Retrasar unos minutos el corte del cordón umbilical cuando nace un bebé puede ofrecer beneficios a su salud, afirma una investigación.
Recién nacidoLa unión a la placenta puede mejorar los niveles de hierro en la sangre del neonato.
En recién nacidos sanos, esperar al menos tres minutos antes del corte puede mejorar sus niveles de hierro y evitar el riesgo de una anemia por deficiencia de este mineral, afirma la investigación publicada en British Medical Jorunal (BMJ) (Revista Médica Británica).
Aunque hasta ahora los estudios han mostrado que el retraso del corte umbilical puede prevenir la deficiencia de hierro, había resultados contradictorios que decían que este retraso podía elevar el riesgo de ictericia neonatal y de otros problemas de salud.
Pero la nueva investigación afirma que retrasar el corte no está vinculado a estos efectos adversos en la salud del recién nacido.
La deficiencia de hierro y la anemia causada por esta deficiencia son problemas de salud importantes en muchos niños alrededor del mundo.
Estos trastornos están asociados a un pobre desarrollo del sistema nervioso y problemas de crecimiento.
Hace algunos años la Organización Mundial de la Salud retiró de sus recomendaciones el corte temprano del cordón umbilical.
Pero en muchos países no existen lineamientos formales sobre cuándo debe llevarse a cabo esta separación.
En el Reino Unido, por ejemplo, se ha encontrado que varios hospitales llevan a cabo el corte inmediatamente después del parto.

Mejora sanguínea

Se calcula que en el mundo cerca de 25% de los niños en edad preescolar tienen anemia por deficiencia de hierro, la forma más severa de deficiencia de este mineral.
"El retraso del corte umbilical debe ser considerado como atención estándar para los nacimientos a término después de embarazos que no presenten complicaciones"
Dres. Ola Andersson y Magnus Domellöf
Una solución simple para este trastorno, afirman los expertos, es asegurarse de que los bebés comienzan su vida con un abastecimiento máximo de reservas de hierro en la sangre, las cuales pueden obtener de la placenta.
Los científicos del Hospital de Halland y la Universidad de Umea en Suecia, estudiaron los efectos de retrasar el corte umbilical en el nivel de hierro en infantes que habían cumplido cuatro meses de edad y los compararon con los de infantes que habían tenido un corte inmediato tras el parto.
El estudio incluyó a 400 bebés nacidos a término con embarazos de bajo riesgo. Algunos habían tenido el corte umbilical después de al menos tres minutos y otros a menos de diez segundos tras el parto.
Los resultados mostraron que los bebés a quienes se retrasó el corte tenían mejores niveles de hierro a los cuatro meses de edad y tuvieron menos casos de anemia neonatal.
Los científicos calculan que si se deja al neonato unido al cordón durante al menos tres minutos después del parto se puede mejorar el volumen de hierro sanguíneo en 35%.
Además, el estudio no encontró que el retraso en el corte estuviera asociado con efectos adversos de salud.
Según los autores "el retraso del corte umbilical debe ser considerado como atención estándar para los nacimientos a término después de embarazos que no presenten complicaciones".
El Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos del Reino Unido no tiene recomendaciones específicas sobre cuándo debe hacerse el corte umbilical, pero está pidiendo que se lleven a cabo más estudios sobre este tema.
"La deficiencia de hierro en los primeros meses de vida está asociado al retraso en el neurodesarrollo, que puede ser irreversible" dice el organismo.
"No se sabe si incrementando la transfusión placentaria al retrasar el corte umbilical puede mejorar el neurodesarrollo en la primera infancia pero esta hipótesis debería ser investigada en ensayos aleatorios más amplios" agrega.

Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/11/111116_retraso_corte_umbilical_men.shtml

Las altas temperaturas pueden acortar la duración del embarazo

ESTUDIO EN MÁS DE 7.000 NACIMIENTOS EN BARCELONA

   Investigadores del Centro de Investigación Epidemiológica y Ambiental de Barcelona (CREAL) aseguran que las temperaturas elevadas pueden provocar una disminución en la duración de los embarazos, hasta el punto de que una jornada de calor excesivo puede ser suficiente para adelantar el parto en un día, según los resultados de un estudio publicados en la revista 'Environmental Health Perspectives'.
   En el estudio, liderado por el doctor Payam Dadvand, se midió el impacto a corto plazo de la exposición materna a temperaturas extremas ambientales durante el embarazo en una muestra de 7.585 nacimientos que se produjeron durante el período 2001-2005 en Barcelona.
   Para ello, utilizaron datos nacionales sobre el calor y la temperatura diaria para el período de 1983-2006, aplicando hasta tres indicadores de las condiciones de calor extremo basados en la exposición a un calor inusual y un alto índice de humedad. De este modo, cuantificaron el cambio en la duración del embarazo después de la exposición materna a las condiciones extremas de calor.
   De este modo, los resultados revelan que la exposición materna a un calor extremo puede tener un efecto inmediato sobre la duración del embarazo, y que estas temperaturas extremas se asocian con una reducción de la edad media gestacional de los niños.
   Estudios previos ya habían apuntado a una mayor vulnerabilidad de las mujeres embarazadas al calor, relacionando estas condiciones extremas con la inducción de las contracciones uterinas, un aumento de la secreción de las hormonas relacionadas con el parto (oxitocina y prostaglandinas) y un aumento de los niveles de la proteína de choque térmico 70 relacionado con el parto prematuro.
   El estrés por calor es una función de la interacción de la producción interna de calor, la capacidad de la pérdida de calor al medio ambiente y la carga de calor ambiental. Durante el embarazo, aumenta la deposición de grasa y la producción interna de calor debido al crecimiento fetal y el metabolismo.
   Según ha reconocido Dadvand, aunque se necesitan más estudios para confirmar estos resultados en diferentes contextos, un episodio de calor inusual el día antes del parto se asocia con una reducción de un día de duración promedio de embarazo.
   Además, añade en declaraciones al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), estos datos podrían lograr una disminución de cinco días para valores más extremos.
   De hecho, con las previsiones del clima, y teniendo en cuenta que una reducción de hasta una semana en la duración del embarazo se ha relacionado con resultados adversos para la salud de los recién nacidos, los autores sostienen que los estudios futuros deben considerar estos factores para informar de las intervenciones de salud pública adecuadas al respecto.

Fuente: http://www.europapress.es/salud/noticia-altas-temperaturas-pueden-acortar-duracion-embarazo-20111128144829.html

viernes, 25 de noviembre de 2011

Día de la No Violencia contra la Mujer

Hoy, 25 de Noviembre es el Día Internacional de la NO VIOLENCIA contra las mujeres. Actuemos para que los otros 364 días del año también se denuncien y repudien todas aquellas situaciones de violencia que existen (maltrato físico, verbal, psicológico, simbólico, institucional, laboral, mediático, obstétrico,atentar contra la libertard reproductiva).
En Argentina la ley nacional 26845 de protección integral, prevención y castigo a la violencia contra la mujer reconoce todas estas formas de violencia. HAGAMOS QUE SE CUMPLA!!!!

Ley Madre

jueves, 24 de noviembre de 2011

Riesgos de una cesárea para la madre


Endometriosis y adherencias
Por Nuria Martínez
Esta ampliamente extendida la idea, de que una cesárea es un método rápido y seguro de nacer. Si además se trata de una programada, mucho mejor para todos. Eliges la fecha de cumpleaños, no pasas miedos ni dolores de parto, tu ginecólogo cuadra sus horarios y puedes informar a toda la familia del momento exacto del nacimiento. En fin, es un método ideal. Pero se nos escapa un pequeño detalle, si fuera tan inocuo naceríamos con cremallera de serie en el útero o corregiríamos este error de la naturaleza, implantando una a todos los fetos femeninos. Perdónenme por el sarcasmo.
Una, que ha “disfrutado” en 2 ocasiones de este aséptico método, no entiende muy bien si la gente realmente se lo cree o solo lo dice por pura ignorancia. Bueno, ignorancia y falta de sentido común. Una operación quirúrgica abdominal, tiene una serie de riesgos que podemos minimizar si queremos, pero que están ahí. Por un lado, los riesgos de la anestesia, sea esta raquídea o general. A lo que hay que sumar los riesgos (inherentes) de rajar la barriga de una mujer sana, hurgar en su vientre cortando y separando membranas, órganos y músculos, hasta llegar al útero. Hacer una incisión y sacar por la fuerza un bebe. Para luego, volver a reparar y colocarlo todo en su lugar. Como mínimo, sin ser especialista, se pueden ver los  riesgos de hemorragia, infección, laceración de órganos internos (vejiga, intestinos…). Pero si te informas un poco, puedes sumar algún que otro riesgo más. Tener un útero poco “colaborador” que no entiende que tiene que contraerse (la extirpación del útero es un riesgo pequeño pero existe), trombosis, infección de orina por el sondaje, etc.
Pero es que luego sales del quirófano y tienes que enfrentarte al dolor. Ese dolor que te parte literalmente por la mitad. La imposibilidad de toser, reír, carraspear. No puedes imaginarte la cantidad de movimientos que requieren los músculos abdominales, hasta ese momento. Cuando te levantan por primera vez (porque ni incorporarte sola puedes) comprendes que el médico olvidó contarte la segunda parte de la operación. Y es que para el médico todo ha terminado. Pero tu estás tumbada en una cama, con una hermosa cicatriz en el vientre y un bebe a tu lado. Un bebe que necesita que lo cojan en brazos, que lo cambien y lo alimenten. Solo aquellas que lo han sufrido pueden entender lo doloroso que puede ser, ver como tu hijo te necesita y no poder hacer nada.
Otro pequeño detalle “sin importancia” que olvidó el doctor, fue explicarte que puede ser normal que cuando veas a tu hijo por primera vez, sientas un enorme vacío. Vacío en tu vientre, pero también en tu corazón. En ese momento te sorprendes a ti misma preguntándote, donde está todo el amor que durante 9 meses has ido almacenando para este momento. Sufres en silencio la vergüenza de ser una madre, que no se enamoró de su hijo nada mas nacer. Le pides perdón cada día, hasta que alguien más informado, o más desinhibido, o más valiente, te dice que ella tampoco sintió nada. Que es algo relacionado con las hormonas, el parto y la cesárea. Para entonces, si no has caído en una depresión posparto, ya te has enamorado de ese bebe hermoso capaz de arrancar sonrisas al mas pintao.
Por último cuando la crianza de nuestros hijos y nuestros trabajos, nos hagan olvidar la cicatriz, siempre queda la posibilidad de sufrir adherencias o incluso con un poco de mala suerte endometriosis.
Así que la próxima vez que alguien le cante las alabanzas de una operación quirúrgica solo necesaria en el 10% de los casos. Hágame y hágase un favor, pídale que se informe. Que se pase por este blog o por Apoyocesareas, del reciclaje ya nos encargamos nosotras.

Inducción del parto aumenta el número de cesáreas.

Interesante estudio realizado en la Facultad de medicina de Jefferson, EEUU.
La inducción del parto aumenta el riesgo de cesárea

Fuente: JANO.es · 2010

Aunque muchas inducciones son médicamente necesarias, otras son “optativas”, según un estudio.
Inducir el parto eleva el riesgo de cesárea, de acuerdo con un estudio reciente, publicado en Obstetrics & Gynecology, que aportó algunas cifras consistentes a una relación que los expertos sospechaban desde hacía tiempo.
“La inducción del parto duplica el riesgo de cesárea”, aseguró la autora del estudio, la Dra. Deborah Ehrenthal, de la Facultad de medicina Jefferson de la Thomas Jefferson University, de Filadelfia (Estados Unidos).
Muchas de las decisiones que se toman para inducir el parto son médicamente necesarias, tales como los casos en los que es más seguro provocar el parto que continuar con el embarazo. Sin embargo, muchas inducciones son “optativas”, dado que las solicitan generalmente las mujeres o sus médicos, encontró la doctora Ehrenthal en su estudio. “Existen preocupaciones de que los partos se programen e induzcan por razones que no son médicas”.
Entre ellas, algunas mujeres optan por la inducción del parto cuando sus parejas están disponibles, por ejemplo cuando regresan a casa después de un viaje de negocios. “Necesitamos comprender que esto no está exento de riesgos”, señaló la doctora Ehrenthal con respecto a las inducciones optativas y al riesgo elevado de cesárea. “Las madres afrontan riesgos significativos con las cesáreas”.
En su estudio, la doctora Ehrenthal se centró en 7.804 mujeres que dieron a luz por primera vez a un bebé a término, entre la semana 37 y 42. Encontró que el parto se indujo en el 43,6% de las mujeres y que el 39,9% eran inducciones electivas.
Después, la doctora Ehrenthal analizó las mujeres que se sometieron a una cesárea y observó que usar la inducción del parto (ya sea electiva o no) aumentó las probabilidades de tener una cesárea en más de 2,6 veces.
Dicho de otra forma, “el 20% de las cesáreas se atribuyeron a la inducción del parto, fuera esta electiva o no”, apuntó la doctora Ehrenthal. “Debemos estar un poco menos dispuestos a hacer una inducción”.
En el 37% de los partos inducidos, el cuello uterino de las mujeres no estaba lo suficientemente preparado, descubrió la doctora Ehrenthal. Tener una cesárea también eleva las probabilidades de tener otra cesárea en partos futuros. “Las nuevas evidencias muestran un mayor riesgo junto con el aumento en el número de cesáreas. Evitar la primera cesárea puede detener esa cascada”, y reducir las inducciones electivas del parto es una forma de hacerlo, señaló.

Cinco grandes ventajas del colecho


colechadores

Dormir con los hijos, lo que llamamos colecho, es una opción que tiene bastantes ventajas, y muchas de ellas contradicen las críticas a esta costumbre, cada vez más extendida en nuestras sociedades occidentales, habitual en otras culturas y que ha sido la forma en la que han dormido los niños desde el comienzo de la Historia de la Humanidad.

El colecho facilita la lactancia y la alimentación nocturna

La lactancia es un proceso natural que, es óptimo, cuando se produce a demanda, pues es la succión del bebé la que regula la producción y favorece el mantenimiento de una relación adecuada de la oferta disponible de leche. A más succión habrá, si no hay inconvenientes médicos o posturales, más leche.
Los bebés, además, necesitan mamar de noche para mantener, no solo una producción correcta adecuada a sus necesidades, sino también el aporte adecuado de nutrientes y cantidad de leche ingerida y hábitos de lactancia no interferidos. Durante los primeros meses, además, no atender su necesidad de alimento puede producirles hipoglucemia nocturna.
Amamantar es sencillo durante la noche si el bebé está al lado de la madre. Simplemente habrá que acercarlo al pecho si es pequeño y, más adelante, él mismo se aproximará al pecho y mamará lo que necesite.
La madre apenas tiene que despertarse, podrá recuperar el sueño inmediatamente y, de hecho, las madres que colechan muchas veces no saben decir el número de despertares del pequeño, pues ellas mismas no se desvelan.
Si el bebé no es amamantado también se beneficiará, en su alimentación nocturna, del colecho, pues la madre puede tener lo necesario para hacer el biberón en la misma habitación y dárselo con la mayor rapidez y sin tener que andar levantándose demasiado. Y además, podremos ofrecer a nuestro hijo todas las demas ventajas asociadas al colecho: intimidad, seguridad y descanso.

Los padres descansan más con el colecho

Enlazando con lo dicho anteriormente, dormir con el bebé también favorece el descanso de la mamá, que no tiene que levantarse de la cama para atender a su bebé cuando se despierte para comer o por otro motivo físico como que se destape o se encuentre mal. Sencillamente, acercándolo a su cuerpo, lo reconforta y pueden seguir durmiendo sin desvelarse.
El papá descansa también, los llantos del bebé no lo despiertan y, si no es comida lo que pide el niño o no reclama específicamente el contacto con la madre, él mismo puede cambiarlo o abrazarlo sin salir de la cama.

La familia recupera el tiempo perdido

Nuestros hábitos de trabajo hacen que muchas familias puedan disfrutar de pocas horas al día juntos. Con el colecho se les ofrece una oportunidad de recuperar ese tiempo perdido y compartir más contacto físico y emocional.
Las parejas suelen querer dormir juntos no solo para practicar sexo, sino también para hablar, abrazarse, hacerse mimos y despertarse juntos. Con los niños esto sucede igual, dormir con ellos hace que la familia pueda compartir el dulce sueño y también todos esos momentos de intimidad y cariño que ofrece el tiempo nocturno. Y para el sexo, si es que hay tiempo y fuerzas con un bebé en casa, siempre hay oportunidad y lugar en otros lugares de la casa (por ejemplo, en la habitación que habríamos destinado a la cuna).

Los niños se sienten mejor

El llanto de un bebé a veces responde a necesidades físicas, pero en otras ocasiones es por miedo, frío, dolor, necesidad de contacto y mimos o incomodidad. Cuanto antes atendamos estas necesidades, sean materiales o emocionales, menor será el tiempo en el que el niño esté sufriendo ese problema y menos llorará, pues si no lo atendemos pronto puede que luego, se sienta nervioso o asustado, y le costará mucho más dejar de llorar y sentirse tranquilo y confortado.
El saber que sus padres lo atenderán inmediatamente hace que el bebé se sienta más seguro cuando va a dormir, tarde más o menos en coger el sueño, y también, se sentirá más tranquilo mientras duerme. No hay razones para temer la soledad o la obscuridad, pues las personas que ama y lo protegen están a su lado e incluso, si se despierta, los siente cerca, los escucha, toca y huele, haciendo que no existan razones para pedir esa compañía, pues ya la tienen con solo extender su manita.
Eso fomenta buenos hábitos de sueño. Las necesidades físicas y emocionales estan cubiertas, el niño puede dormirse mamando, que es lo natural en el bebé, y tiene una sensación de protección nocturna que hará que el momento de irse a dormir sea vivido como algo placentero.
Por supuesto, puede suceder que el pequeño no se duerma inmediatamente cuando sus padres consideren que es el momento. A veces hay experiencias diarias que lo habrán disturbado y necesita expresar, a su manera, esa tensión. A veces simplemente no está cansado o está demasiado alterado para relajarse. ¿Hay acaso un sitio mejor que la cama familiar para pasar ese rato contando cuentos, dándole mimos o dejándolo jugar con nosotros?

Cuanto mejor durmamos, mejor estaremos por la mañana

Bastande cansado es atender a un bebé como para enfrentarnos al día siguiente sin haber podido dormir en toda la noche. Dormir con nuestro hijo no va ha eliminar sus despertares, pero si los reduce y hace mucho más sencillo que, habiéndolo atendido prontamente, todos recuperemos el sueño antes. Y desde luego, cuanto mejor durmamos, más descansados, más animosos y más sanos nos sentiremos la mañana siguiente, cuando nos espere otra jornada de cuidado de nuestro hijo y de trabajo, sea en casa o sea fuera de ella.
Dormir con los niños es normal y natural, y además, tiene muchas ventajas para los padres y los pequeños y les proporciona muchas oportunidades de sentirse bien. El colecho trata de una opción que, practicada con seguridad, ofrece muchas cosas a favor a las familias. Y sobre el sexo o la intimidad de la pareja, habrá muchas soluciones que seguro que podemos implementar sin renunciar a dormir todos juntitos.

Diez cosas que tu hijo necesita hacer


ensuciandose

Cuando tenemos un hijo pequeño nos abruman mensajes contradictorios sobre las cosas que debemos ofrecer a los niños, las experiencias, recursos educativos y logros en su autonomía que parece que hay prisa para que logren antes de los seis años: dormir solo de un tirón, leer o dejar los pañales.
Sin embargo, a veces nos olvidamos de lo importante que es la experiencia real con la naturaleza y los materiales. Vamos a hablar de eso y os voy a proponer 10 cosas que creo que todos los niños necesitan poder hacer en su infancia.

Ensuciarse

Ensuciarse a conciencia: con barro, agua, arena, hojas secas, hierba mojada, polvo de los caminos, lluvia en el pelo, paja del establo. Mancharse lo que necesiten, sin miedo a la suciedad, ni a que se estropee la ropa, ni tan siquiera el resfriado. Mancharse sin preocupación, sintiendo la experiencia de la materia natural.
Revolcarse por un prado, pisar las boñigas de una vaca, acariciar un animal, tener las manos llenas de barro y de musgo de un arbol. Terminar con los zapatos empapados del limo de un riachuelo.

Comer alimentos que recolecte de la Naturaleza con sus propias manos

Seguramente muchos, cuando eráis niños, descubrísteis el placer de comer algo cogido con vuestras propias manos. Yo comí peras y manzanas verdes de un árbol en el que trepe, moras del zarzal en el camino, setas de otoño (con la supervisión de un experto), espárragos e hinojo silvestres, nueces y piñones caídos, frambuesas, flores de acacia, trigo verde, néctar de campanilla, el dulce jugo de una hoja de hierba, higos maduros, huevos de las gallinas recién puestos, leche ordeñada con mis propias manos.
En lo posible ofrecer esta experiencia maravillosa a los niños, en paseos por el campo, vale la pena.
Y si tenemos la oportunidad de cultivarlos nosotros mismos en casa o en el jardín, es otra experiencia maravillosa el plantar, regar y cuidar los vegetales para luego disfrutarlos frescos y llenos de sabor.

Construir un refugio

Nosotros hemos construido muchos refugios. En el bosque, con ramas caídas; en la playa, con los troncos que arrastra el mar; en el desierto, con hojas de palma, piedras y cañas. Inventando un lugar donde escondernos, una aventura de naúfragos u hombres prehistóricos.

Sentir los elementos

Sentir directamente la fuerza y la diversidad de los elementos de la Naturaleza es emocionante, divertido y educativo. No privemos a los niños del viento en la cara, la lluvia en el pelo.
Meter los pies en el río, chapotear en los charcos, tocar con la mano el hielo en invierno, arrancar un carámbano. Revolcarse en la hierba y en la nieve. Lanzarse pellas de barro. Dejar que te rodee una tormenta. Patear las hojas otoñales. Oler las flores de la primavera. Explorar un bosque, una cueva (pequeña), caminar sin rumbo en un paraje natural. Subir una montaña hasta que puedas ver el horizonte y oler el aire de las alturas.

Descubrir animales en libertad

Mirar en una charca los renacuajos, los peces en un riachuelo, observar aves en libertad, perderte en el vuelo de los flamencos. Sentarte en mitad el bosque, en silencio, tumbado sobre la hierba mientras miras los insectos que se mueven. La sorpresa de un conejo que corre. Y, si puede ser, delfines saltando en torno a tu barco o corzos asomando, tímidos, entre los árboles. Escuchar el canto de los pájaros sin hablar. Seguir el curso de un rio hasta ver patos o nutrias.

Hacer sus propios juguetes

Otra de las actividades que olvidamos, cuando pueden ser muy sencillas, es enseñarles a construir sus propios juguetes.
Hacer una cometa y luego, esperar ansioso un día de viento para hacerla volar es algo maravilloso. Hacer una flauta o un palo de agua. Inventar una presa en el riachuelo con palitos y piedras, dejando luego que el agua vuelva a correr libre.

Trepar

Trepar por el simple placer de trepar. Con seguridad, pero sin miedo, y acompañados si es necesario. A un árbol, una tapia, una piedra enorme o una montaña. Sintiendo el peso del propio cuerpo, la gravedad que empuja hacia abajo, descubriendo los lugares donde apoyar los pies y asegurar las manos. Arañándose las rodillas, gritando al llegar a la cima, saltando como locos al rememorar la hazaña.

Encender una hoguera

Encender una hoguera. Por supuesto, con todas las normas de seguridad y la supervisión de un adulto, pero encenderla. Recogiendo ramas secas, con carbones, en un espacio asegurado o en una chimenea. Dando aire con un fuelle o abanicano con lo que tengamos a mano. Viendo como las llamas se alzan, sintiendo el calor en la cara, observando como se consume y, al final, apagando las brasas.

Comer con las manos

Pues si. Comer con las manos es un placer que no deberíamos prohibir, siempre dentro de las normas y adaptándonos al lugar y el alimento. Pero comerte unas chuletas, un pescado asado en el espetón, lo que sea, pero sin necesitar platos ni cubiertos, con los dedos calientes y la grasa por la barbilla. Es divertido, exitante y reconfortante.

Ir descalzo

Por casa les encanta seguramente ir descalzos. Y os lo digo aunque a mi me cueste horrores no ser una pesada de las zapatillas.
Y además, con cuidado, deberíamos dejarles sentir la sensación de los pies desnudos sobre la hierba y las hojas húmedas, la arena caliente, las piedras del camino, la nieve y el agua del un río o el mar aunque estén fríos. Luego, te limpias y te calzas, pero un rato de pies desnudos, con el barro colandose entre los deditos, es un placer y una experiencia sensorial que merecen tener.
Estas diez cosas que los niños necesitan experimentar en su infancia son propuestas a las que deberíamos acercarles, en vez de prohibirlas o evitarlas, pues son una fuente de aprendizaje, libertad y diversión maravillosa.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Sabemos Parir - Rosa Zaragoza



Letra hermosa para una parturienta =)

"Siente que el momento llega.
Siente: tus huesos son fuertes.
Siente: estamos ayudando
Lo divino está contigo.
Siente: el niño está en la puerta.
Vivirá para abrazarte.
Siente: estás en buenas manos
y eres parte de la tierra
Tienes lo que necesitas,
madre de todo nosotros.

martes, 22 de noviembre de 2011

Preparación y cuidado de mamas y pezones" ALAS"

Se recomienda hacer la higiene de las mamas, las aréolas y los pezones sólo con agua, sol, leche y aire (ALAS).

El agua se utiliza cuando te bañas, sin aplicar jabón en aréolas y pezones, porque éste quita la grasa natural de la piel y los hace más fácilmente agrietables.

El sol fortalece la piel de los pezones cuando se toma 10 a 15 minutos diarios, antes de las 11hs o después de las 16hs, sin interposición de ventanas ni pantalla solar.

El aire mantiene sana la piel de los pezones, liberándolos de la maceración por exceso de humedad. Para airearlos puedes usar corpiño de lactancia con la tapa baja, dejando así los pezones al aire bajo una blusa suelta.

Para mantener lubricados tus pezones podés extraerte unas gotas de tu propio calostro o leche y esparcirlas con un dedo alrededor del pezón y aréola.
Elige un buen corpiño principalmente de algodón. Los pechos deben estar bien sostenidos sin estar comprimidos, evitando el uso de corpiño con aros ya que pueden dañar los pechos, provocar la aparición de estrías y generar congestión mamaria.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños sean alimentados exclusivamente con leche materna en los primeros seis meses de vida y que, a partir de entonces, el amamantamiento sea mantenido por dos años o más, juntamente con el uso de alimentos complementarios adecuados.

lunes, 21 de noviembre de 2011

El masaje perineal: “la importancia de tocarse y que te toquen”

El masaje perineal es una técnica que se utiliza para dar elasticidad a los músculos del periné. Lo hacemos en el preparto para evitar desgarros y el tan temido “tijeretazo” (episiotomía, al que dedicaremos un post más adelante),y también porque la mujer se familiariza con la sensación de estiramiento de la zona y acude al alumbramiento más relajada. En el postparto se realiza para la oxigenación del suelo pélvico, ya que,  en el caso de que exista un desgarro, no se forme un queloide (que explicado en palabras llanas sería un abultamiento de una cicatriz) que puede molestar en diferentes posturas en la vida diaria, además de durante la práctica del sexo.

         Se debe, o es aconsejable, comenzar con el masaje a partir de los 7 meses, hay profesionales que lo recomiendan desde el 5 mes, la verdad es cuanto antes empieces mejores resultados obtendrás. La duración del masaje debería ser de unos 15 minutos al día. En el preparto podemos pedir la implicación de la pareja, ya que llegado a cierto mes la tripa no permitirá hacerlo de manera cómoda.


            En el postparto, si hemos tenido la mala suerte de tener un desgarro o te han practicado una episiotomía, no debemos empezar con ello hasta que no se caigan o nos retiren los puntos de sutura, si tenemos algún tipo de problema como heridas o puntos infectados o sin cicatrizar, deberemos consultar a nuestro fisioterapeuta experto en uroginecología o a la matrona. Por cuestiones de comodidad y para que sea lo más agradable posible es mejor hacerlo tras hacer pis y evitando la zona de la uretra, que es el orificio por donde sale la orina.

          Si lo vas a realizar tu sola, debes relajarte y colocarte en una postura cómoda. La experiencia  me dice que la más práctica es de pie, con una pierna sobre una silla, o sentada y con la espalda apoyada en cojines. Cogeremos un espejo, para ser consciente de lo que estamos haciendo. Con las manos limpias y untadas en aceite, a mí personalmente me gustan los resultados obtenidos con el aceite de onagra en el postparto y con el de rosa de mosqueta en el preparto por las propiedades que tienen, pero he tenido pacientes que me han dicho que sus matronas le aconsejaron hacerlo con aceite de oliva (aquí ya no discuto porque carezco del conocimiento  y de la experiencia práctica de saber cómo son los resultados del aceite de oliva para trabajar los tejidos). Introducimos los dedos entre 2 y 4 cm en el interior de la vagina, si lo haces sola utiliza los pulgares, si te ayudan los dedos que se utilizan son el segundo y el tercer dedo. Debes realizar movimientos desde el fondo hasta la superficie apretando moderadamente y  estirando el tejido. Podemos cambiar de dirección cuantas veces queramos abarcando toda la pared vaginal. Como antes he dicho, la duración suele ser de unos 15 minutos, pero en realidad será nuestro cuerpo el que marque el tiempo, ya que llega un momento que se produce una irritación de la zona y tenemos sensación de quemazón o de hormigueo, ese será un buen momento para concluir. Según vayamos haciéndolo, a lo largo de los días notaremos que los músculos pasan de estar tensos a estar más relajados, así que comprobaremos que vamos logrando nuestro objetivo.


Si el masaje se realiza porque hemos tenido un desgarro en el parto o una episiotomía, y nuestro objetivo es que no se produzca un queloide, deberemos focalizar el masaje sobre la zona, aunque en este caso es mejor que acudas a tu fisioterapeuta para tratarlo.

"Los kegel, importantes, pero no tanto”



Son muchas las pacientes que vienen a la consulta y me dicen que ellas hacen un montón de ejercicios de Kegel desde que han dado a luz pero siguen con problemas de pérdidas, no saben si lo hacen bien o no notan si están contrayendo.

           En este post voy a hablar de los ejercicios de Kegel, esos ejercicios que todas conocemos. Nos los presentan como la solución a nuestro problema. Sé que voy a crear polémica puesto que voy desmitificar unos ejercicios “de toda la vida” por lo que ruego se lea hasta el final.

            Los ejercicios de Kegel fueron desarrollados por  el ginecólogo Arnold Kegel en la década de los 40 para tratar de mejorar y fortalecer el suelo pélvico, y así evitar los problemas que tienen lugar cuando este “afloja” (quien no se acuerde, que revise los post anteriores). Consisten en contraer el suelo pélvico de forma voluntaria.

          Mis pacientes me dicen, que cuando el ginecólogo les manda hacer kegel les dice: “cuando estés orinando prueba a cortar la orina, de este modo localizas los músculos que debes contraer”. Este método está bien si lo haces de forma eventual, pero tengo pacientes que lo toman como costumbre y es un ERROR, hacer el Stop Pi – Pi (que se denomina esta práctica) solo conduce a una mala educación del vaciado vesical, es decir, que la vejiga no se vacía cuando debe. Esto provoca posibles infecciones de orina ya que dejamos orina en la vejiga más tiempo del que debería estar (residuo miccional). Otro error grave a la hora de hacer los kegel es empujar y esto, como todas ya sabemos, es perjudicial porque provoca un sobreestiramiento del suelo pélvico. Para hacer bien los Kegel, para notar si contraemos o no el suelo pélvico, es mucho más sencillo y menos perjudicial, introducir un dedo en la vagina y simular que aguantas las ganas de hacer pis, en ese momento, en nuestro dedo notaremos movimiento como si nuestras paredes vaginales quisiesen extrangular el dedo,  esto sería lo ideal, claro.

En el caso de los hombres el dedo se introduce en el ano, porque ellos también tienen suelo pélvico y quizás no les de problemas de descenso de órganos pero hacer estos ejercicios mejora su control sexual.

           La principal “pega” de los ejercicios de Kegel es tipo de contracción que provocan. La contracción que realizamos con estos ejercicios es voluntaria, con lo cual contraemos las fibras musculares de tipo II, que son fibras rápidas y no fatigables. Para que entendamos esto de una forma sencilla explicaré que el suelo pélvico tiene dos tipos de fibras musculares: las I, que nos dan el “aguante”, el tono, la resistencia, que son lentas y no se fatigan con facilidad (sostienen el peso de las vísceras todo el día); y las fibras II, que nos dan la “fuerza” y la velocidad. Pues bien, después de esta explicación, todos pensaríamos que trabajar las fibras II, que se realiza con los Kegell, es lo más importante, pero la cosa cambia si os digo que en el suelo pélvico hay un 80% de fibras de “Aguante” y un 20% de fibras de “fuerza”.

           No todo es negativo,  los Kegel mejoran las relaciones sexuales. Al tener la capacidad de contraer las paredes vaginales conseguimos apresionar el pene aumentando el rozamiento, que es al final lo que da placer a ambos miembros de la pareja.

A nivel patológico, ¿qué sentido tiene practicar algo de forma constante si solo nos aportara un 20% de beneficio? Lo tiene, no por ser solo el 20% del músculo lo vamos a abandonar a su suerte. No debemos olvidarnos de hacer los Kegel, pero sin descuidar el tratamiento de las otras fibras del suelo pélvico, las que no se agotan y aguantan el peso de las vísceras. Estas fibras se tratan con la Gimnasia Abdominal Hipopresiva, que a pesar de ser más “joven”, ya que son técnicas modernas, se está comprobando que son las que más beneficios aportan.

La pauta de los Kegel sería hacer series de 5 ejercicios, en la posición que se quiera (sentado, tumbado, andando), pensaríamos que aguantamos las ganas de orinar 5 segundos , tras esto, relajaríamos el suelo pélvico al menos 10 segundos antes de hacer otra repetición. No tiene sentido hacer más de 5 repeticiones, ya que el propio Marçel Caufriez, mentor de la fisioterapia uroginecológica, ha realizado estudios en los que se afirma que de la primera contracción que se realiza a la segunda, hay una pérdida de fuerza, y con ello de efectividad, del 30%, de modo que a partir de la 5 repetición puedes pensar que estás haciendo mucha fuerza, pero a nivel muscular no estarás trabajando tus músculos del suelo pélvico porque estos se habrán agotado, por lo que he explicado antes del tipo de fibra que contraemos.
imagen extraída de www.fisioterapiavalencia.com

Yo recomendaría hacer tandas de 5 kegels, de 5 segundos con 10 segundos de descanso, tres veces al día. Como no requieren una posición especial, los puedes hacer en cualquier sitio, y es por eso que a la mayoría de nosotras se nos olvida hacerlos, una buena pauta serían 3 tandas al día: desayuno, comida y cena. Hay que asociarlo a algo que hagamos todos los días sistemáticamente, de este modo no se olvidan, por ejemplo lavarse los dientes (ojo! Que esto solo es un consejo). A continuación vemos un video de cómo se realizan correctamente:


Resumiendo, Kegel,  son importantes pero no tanto como se creía. Hay que trabajarlos pero no podemos olvidarnos trabajar ese 80% restante del músculo con nuestros hipopresivos.
 
Texto extraído de: cuidandotusuelopelvico.blogspot.com