jueves, 15 de diciembre de 2011

Mírale las manos...

Hay días que las rabietas de la pequeña me superan y llego a dudar de todo lo leído, de todo en lo que creo. Hay días en los que me cuesta mucho hacer el ejercicio diario de paciencia que dicen los autores... cuando estás cansada, has tenido un día horrible y llegas a casa y te espera más....

Se me juntan las palabras, la impotencia y la lágrima en un solo tiempo y quisiera gritar como una loca, huir o tirarme por la ventana.

Por eso, el consejito que me dio mi buena amiga Maximoto, de mi grupo Las Ocho Grandes, y que a su vez le fue dado por Andorra -otra mamá amiga-, ha sido emocionalmente demoledor.

"cuando te sientas así, cuando veas que o te tiras a las vías del tren o te desquicias... cuando sientas que ya no puedes más, antes de gritar o de perder el control: mírale las manos.

Cuando veas lo pequeñitas que son te darás cuenta de lo pequeña que es, de lo poquito que basta para hacerle daño."

Este ejercicio de mirarle las manos, las manitas pequeñas de niña de 2 años, ha sido más radical que cualquier capítulo de los libros que leo. Me ha desarmado completamente.

Pero además, después de verle las manitas no puedo evitar abrazarla y sentir que la apretujo con todo mi corazón... y amarla hasta el infinito. Porque ella, es mi hijita... mi chiquitina.

No quiero hacerle daño jamás... 

Fuente: Papá Conejo- Mamá Piojo: http://clau707.blogspot.com/2008/12/mrale-las-manos.html

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