viernes, 11 de noviembre de 2011

Cómo dar de mamar después de una cesárea Si lo deseas, podrás

Si has dado a luz por cesárea, no temas por la lactancia. Quizás te cueste un poquito más al principio pero son pequeños obstáculos que irás sorteando sin mayores problemas. Atenta a estos consejos.



En tus circunstancias, dar de mamar a tu hijo te será algo más difícil pero lograrlo resulta igual o incluso más beneficioso que en un parto normal. Y es que para muchas mujeres, dar a luz por cesárea es un pequeño fracaso personal que viven con decepción y tristeza. Esta  herida emocional se suaviza con el placer de dar el pecho. Pero, aparte de ser una ayuda emocional, tiene su repercusión positiva en el plano físico: el útero volverá antes a su tamaño, perderás peso con más facilidad, y supone la mejor forma de alimento, una fuente de protección frente a las infecciones para tu bebé.
Los obstáculos
Retraso en la subida de la leche. Hay estudios que señalan que las madres que dan a luz por cesárea presentan niveles de oxitocina y prolactina –hormonas de la lactancia– más bajos que las que lo hacen por vía vaginal. Pero en este retraso, también influye la práctica hospitalaria. Y uno de los aspectos más negativos es la separación de la madre y el bebé en las primeras horas tras el parto, algo que se produce con más frecuencia cuando el alumbramiento ha sido por cesárea. La razón esgrimida es que se debe mantener en observación a la madre o al bebé. Cuando al fin, el bebé se reencuentra con su madre, lo más seguro es que le hayan dado unos cuantos biberones y le habrán puesto un chupete, lo que afectará a la producción de leche. Además, esa succión de la tetina puede provocar al bebé la llamada ‘confusión del pezón”.
Dolor cuando le pones al pecho. La herida de la cesárea tarda unos días en dejar de molestar. Pero hay posturas que te pueden ayudar.
Cansancio. Una cesárea es una operación importante y tú una recién operada muy especial ya que añades a un estado físico algo deprimido por la operación, la necesidad de atender a un recién nacido.
Las soluciones
- Que no te separen de tu hijo. La observación clínica puede realizarse mientras el bebé está en tus brazos o en los del padre, si tu situación clínica es inestable. Incluso, si el recién nacido tuviera que quedarse ingresado en la UCI, tendrías todo el derecho a estar cerca de él.
- Pon a tu  bebé al pecho lo antes posible. Busca la postura adecuada: tumbada, adoptando para el bebé la posición de rugby ( con su culete descansando en un cojín en tu costado y sus piernas hacia atrás) o sentada y con un cojín de lactancia en tu abdomen.
- Descansa todo lo que puedas y relájate. La fatiga, el estrés y el cansancio pueden inhibir la producción de prolactina.
- Toma los calmantes que necesites. El dolor inhibe la fabricación de leche. Te ofrecerán los que sean compatibles con la lactancia.

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